La Sargento Roza Shanina lucho
durante la IIGM como francotiradora del ejercito soviético contra
los alemanes. Destaco en ese papel, gracias a lo cual llegue a saber
de su existencia.
Ella
Aquellos que vivieron con ella la
describen como energética y alegre, sociable y elocuente, volcada en
los demás y un ego al que califican de “inexistente”.
Tiempos de paz
Nace en Yedma el 3 de Abril de
1924, su madre es niñera, leñador su padre, tiene una hermana y
cuatro hermanos.
Para poder realizar sus estudios
secundarios en Bereznik tenía que caminar diariamente 13 kilómetros;
además allí cuidaba los sábados de una tía enferma.
Con 14 años y contra la voluntad
de sus padres camina los 200 kilómetros que la separan de la
estación de tren para poder ir a estudiar al instituto de
Arkhangelsk, allí vive en principio con un hermano y luego se
traslada a los dormitorios del instituto. En ocasiones regresaba de
visitar a sus amigos sobre las 2 o 3 de la noche, hora en la que los
dormitorios ya estaban cerrados, usaba entonces para acceder a ellos
una cuerda echa con sabanas que le tendían sus compañeros.
Se hace miembro del Komsomol, una
organización de la juventud comunista y propiciada por el propio
gobierno.
La guerra
En los meses iniciales de la
invasión alemana colabora en funciones de vigilancia y contra
incendios, dado que pese a la distancia la aviación alemana ataca la
ciudad.
Su hermano Mikhail muere
defendiendo Leningrado.
Ella y sus dos hermanos mayores se
alistan.
Pese a que la desesperada
situación obligo a permitir el alistamiento de las mujeres a ella la
aceptan a regañadientes. Y, no recibe entrenamiento militar en serio
hasta que pasa un año y medio de su alistamiento.
.
Solicita entonces, reiteradamente,
que la acepten en la academia militar de francotiradoras, hasta que
lo consigue. Allí se gradúa con honores y le ofrecen un puesto de
instructora el cual rechaza para poder ir a primera linea.
En 1944 entra en combate y abate a
su primer alemán el 5 de abril de ese año. El numero total de los
que terminaría abatiendo, a efectos del blog, da igual; lo que
importa es como se comporto en ese tiempo y lo que ese comportamiento
nos puede decir sobre ella:
Pese a que estaba prohibido
escribe un diario contando su experiencia en esos meses, dada la
posibilidad de que el diario terminara en manos alemanas trata de no
dar información en él que les sea útil a ellos o la disimula
usando un mini código personal.
En varias ocasiones desobedece las
ordenes de que se retire, permaneciendo en primera linea para dar
apoyo a sus compañeros; llegando a ser sancionada por eso, pero sin
que se le haga un juicio militar por ello.
Cuando es herida, en un hombro,
tras una corta convalecencia insiste en regresar ya al frente, hasta
que acaba obteniendo el permiso. Como dato curioso y para mi
significativo (creo en esas cosas) ella escribe que esa herida le fue
profetizada el día anterior y en ese lugar por un sueño.
“Retornaré a la batalla”, fue
un dicho suyo, que en ocasiones de ese tipo, reitero tantas veces que
termino haciéndose popular y acabo formando el titulo de un libro de Nikolai Zhuravlyov llamado Retornando a la Batalla.
Solicito reiteradamente ser
destinada a los exploradores, sin éxito; por lo que acabo
escribiendo al propio Stalin, en dos ocasiones, para que se lo
permitieran aunque sin que él le hiciera ningún caso.
Le gustaba cantar “Oy tumany
moi, rastumany” mientras limpiaba su mosin, que si no entiendo
mal era un himno de los partisanos, que habla de bosques, brumas,
sufrimiento y la necesidad de luchar.
Pese a que su fotografía sale en
la portada de un periódico y es ensalzada en algún otro ella
escribe en su diario que no entiende a que viene eso ya que no hace
más que otros y llega a decir en él, poco antes de que la abatan,
que no se siente útil.
Allí admite que se siente más
segura en retaguardia, pero que una fuerza que no comprende la obliga
a ir a primera linea, que no tiene miedo, que actúa fríamente,
El 17 de enero tras fijarse que en
su batallón de las 78 que, inicialmente, eran ya solo quedan 6
presupone que pronto morirá ella también.
El 27 de enero, mientras trata de
proteger a un oficial herido, un fragmento de metralla le hiere en el
vientre. Es encontrada por dos compañeros, fallece al día
siguiente.
Su persona
Muchas son las cosas que para bien
me llaman la atención en ella.
Podría hablar de valentía y
entrega, pero hay cosas igual de importantes o más.
Era libre, moral e
intelectualmente. Lo demuestra que una y otra vez toma, a lo largo de
su vida, decisiones en clara oposición a los dictados de su entorno:
estudia contra la voluntad de sus padres,
se salta las normas para estar más
tiempo con sus amigos, desobedece ordenes de sus superiores, mantiene
en secreto un diario prohibido. No es su entorno quien le dice lo que
debe sentir, hacer, pensar. De su entorno solo parece tomar los datos
necesarios para decidir por si misma.
Quería estudiar, ignoro si por
afán de saber o por lograr un medio de vida más satisfactorio para
ella. Pero eso me parece muy importante.
Tenia buen gusto con los hombres:
le gustaban los que eran un “buen muchacho” y por ello no los
bravucones o egocéntricos.
Era muy sociable y profundamente
empatica como lo prueba que para ella parece que no había nada más
horrible que dejar abandonados a compañeros en peligro. Lo mismo
indica su necesidad de ser útil para los demás y que entre sus
ultimas palabras están las que le dijo a una enfermera lamentando
haber podido hacer, lo que a ella le parecía, “tan poco”.
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